Fue la década de los 70, con una crisis que sacudió todo el sistema, la que marcó el fin de una etapa basada en el petróleo abundante y barato y el inicio de la toma de conciencia sobre la necesidad de empezar a producir y a vivir atendiendo a la escasez e inevitable agotamiento del oro negro. Es bajo esta nueva mentalidad que a principios de los 80 Renault lanzó dos modelos de vehículo innovadores y de consumo austero que lograrían una gran popularidad: el R9 y el R11.
En 1977, Renault designó a un antiguo diseñador de Citroën, Robert Opron, como responsable de desarrollar la carrocería de un automóvil del segmento C que ocuparía el nicho de mercado dejado por el desaparecido R19. El proyecto fue bautizado como L42 y, liderado por Christian Martin, dio a luz en 1981 un sedán de cuatro puertas, el R9, y en 1983 un hatchback, el R11, con un consumo de carburante inferior al de sus predecesores.
Renault R11
Ésta no era, sin embargo, la única novedad que presentaba un modelo que fue elegido en 1982como Coche del Año en Europa. En cuanto al diseño, se apostó por sistemas que facilitaran la sustitución de elementos en las reparaciones y que redujeran el tiempo de montaje en su fabricación. Por otra parte, se incorporaron más elementos en plástico en detrimento de los metálicos de lo que era habitual hasta entonces. Se innovó también en el diseño de los asientos delanteros con un sistema de sujeción al suelo original que se basaba en un solo pie central monoguía y que, por lo tanto, ofrecía una mayor comodidad a los pasajeros de la parte de detrás.
Innovador por fuera y por dentro
A nivel de mecánica, se utilizó el motor tipo Sierra hasta entonces utilizado en el Renault 12, pero situado en posición transversal. Las motorizaciones disponibles en gasolina eran de 1.237 cc, 1.397 cc y 1.565 cc, y existían también una versión diesel y una versión Turbo sobre la base del motor 1.4. Con esta última versión, Renault lograba un vehículo que conjugaba el carácter deportivo con la base mecánica y la carrocería de un turismo familiar de gran difusión.
Por otra parte, la gama R9 y R11 ofrecía una caja de cambios de 4 velocidades en las versiones más económicas, una de 5 velocidades en las más equipadas (algo del todo inusual entonces en los modelos asequibles) e incluso una versión diferenciada con caja de cambios automática de tres relaciones. Además, contaba con encendido electrónico, un elemento que también era poco común en aquel momento en los coches de ese nivel de precios.
En España el Renault 9 se fabricó en la factoría de Renault en Palencia desde el año 1982 hasta el 1988, cuando se alcanzaron las 245.549 unidades. Se presentó en principio en dos versiones, GTL y TSE, que equipaban el motor Cléon-Fonte de 1.4 litros, con 60 CV para el primero y 72 CV. La incorporación del cuentarrevoluciones, los elevalunas eléctricos delanteros y el cierre centralizado de las puertas era un elemento diferenciador de las dos opciones. Más tarde se añadiría la versión GTD, que incorporaba un motor diesel.
El R9 y el R11 estuvieron en producción durante más siete años, con gran éxito no sólo en Europa, sino también en países como Argentina, Colombia (que produjo el R9, con más de 115.000 unidades entre 1983 y 1999), México (donde fue galardonado “automóvil del año” en 1985) y Turquía. Su buen nivel de habitabilidad, su bajo consumo y un diseño atractivo para su gama son los responsables de la buena acogida entre el público de estos modelos y los hacen merecedores de un lugar en nuestro modesto homenaje a los coches que han dibujado la historia de la automoción.