Una de las grandes novedades del pasado Salón de Frankfurt fue el nuevo Mercedes-AMG Project One, un espectacular vehículo con carrocería deportiva, corazón de Fórmula 1 y propulsado por un sistema híbrido más propio de la competición. Este auténtico ‘hypercar’ es un prototipo de Mercedes capaz de generar 1.000 CV de potencia, un deportivo biplaza con el que la marca de la estrella quiere celebrar el 50º aniversario de AMG. Sintetizando, el Project One es, probablemente, el coche más deportivo de la historia gracias a su minucioso estudio aerodinámico, que pega el vehículo al suelo y lo estabiliza a alta velocidad.

Lo primero que seduce de este nuevo AMG es su agresiva parte frontal, con un morro muy afilado presidido por el logo y con la estrella de la marca perfilada sobre el capó. Una vista que impresiona. En los laterales destacan la típica aleta central de Fórmula 1 y las tomas de aire del techo, hechas de fibra de carbono y que son las encargadas de hacer respirar al motor V6 de 1.6 litros que da vida al Project One. En la parte trasera, lo más destacable son su deflector de aire, con una gigantesca salida de escape situada justo en el centro, y su enorme spoiler, que actúa como aerofreno y permite un perfecto equilibrio aerodinámico.

La joya del Mercedes-AMG Project One es, sin embargo, su motor. Se trata de una unidad de propulsión formada por un motor térmico, un V6 de 1.6 litros, sobrealimentado con un turbocompresor con asistencia eléctrica, y cuatro motores eléctricos, dos situados en las ruedas delanteras, otro en la salida del cigüeñal y un cuarto funcionando como turbocompresor eléctrico. El motor térmico rinde hasta 11.000 rpm y proporciona una potencia superior a los 680 CV que, combinada con los cuatro propulsores eléctricos recuperan hasta el 80% de la energía de la frenada y elevan la potencia final a los 1.000 CV, administrados por una transmisión automática de ocho velocidades con manejo secuencial.

La tecnología mecánica del motor del nuevo AMG Project One le otorga unas prestaciones más propias de la Fórmula 1 que de un vehículo convencional: una velocidad máxima superior a los 350 km/h y una aceleración de 0 a 200 km/h inferior a los 6 segundos. Para sacar el máximo provecho a sus 1.000 CV de potencia, este prototipo cuenta con diferentes modos de conducción que van del 100% eléctrico, en el que sólo se activan los motores del eje delantero y tiene una autonomía de 25 kilómetros, hasta el modo más deportivo, en el que el Project One consigue el máximo rendimiento de sus cinco motores.

El interior del AMG Project One recuerda, como no podía ser de otra forma, a los coches de competición. No faltan ni dos baquets de fibra de carbono fundidos con el monoscasco (un elemento, la fibra de carbono, visible en todo el habitáculo), ni dos pantallas de TFT de 10 pulgadas (una para la instrumentación y otra para el infoentretenimiento), ni un volante cuadrado, forrado en tapicería Alcantara y repleto de controles, que recuerda, y mucho, al que Lewis Hamilton utilizar en su monoplaza de Fórmula 1.

A todos estos elementos distintivos hay que sumar el hecho que el Mercedes-AMG Project One sea el primer bólido de Fórmula 1 con homologación para circular por las vías públicas, un híbrido de alta eficiencia con una mezcla fascinante de prestaciones y eficiencia. De momento, este modelo sigue siendo un prototipo, aunque el equipo de desarrollo de AMG trabaja para hacer realidad esta visión en un vehículo para la carretera. No falta mucho, por lo tanto, para que podamos ver circular a estos Mercedes-AMG de calle con unos sistemas de propulsión hasta ahora reservados a la competición del más alto nivel. Unos coches de ensueño que encontrarás, cuando sean una realidad, en Stern Motor.

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Una de las grandes novedades del pasado Salón de Frankfurt fue el nuevo Mercedes-AMG Project One, un espectacular vehículo con carrocería deportiva, corazón de Fórmula 1 y propulsado por un sistema híbrido más propio de la competición.