A medida que el proceso de gestaci贸n avanza, las embarazadas ven como su movilidad disminuye y muchas de sus rutinas cotidianas se complican. Sin embargo, esto no significa que el embarazo deba suponer un par贸n en la actividad de la mujer ni la renuncia a su autonom铆a, sino m谩s bien que hay que encontrar la forma de adaptarse a la nueva situaci贸n y tomar ciertas precauciones que garanticen la seguridad del feto y el confort de la futura madre. Entre estas actividades est谩 la conducci贸n, de la que no hay porqu茅 prescindir si se tienen en cuenta algunas recomendaciones.
Primero de todo, hay que ser conscientes de que las diferentes etapas del embarazo conllevar谩n diferentes tipos de riesgos y, consecuentemente, distintas medidas a adoptar. El primer y tercer trimestre son los m谩s complicados. As铆, hasta la semana 18, pese a que el cuerpo de la mujer a煤n no haya experimentado apenas cambios, los riesgos para el feto son m谩s elevados, con lo que cabe extremar la atenci贸n. En cualquier caso, sea el mes que sea, despu茅s de una colisi贸n, es necesario visitar al especialista para comprobar que no haya da帽os internos.
La mejor medida de seguridad que podemos tomar en este sentido es el uso del cintur贸n y, espec铆ficamente, el de tres puntos de anclaje, como demuestran de forma abrumadora los estudios recientes sobre el tema. No obstante, es necesaria una correcta colocaci贸n del mismo, para lo que se debe poner la banda pectoral entre los senos y la banda p茅lvica sobre los muslos, a la altura de las ingles, evitando que se desplace hacia el abdomen para impedir da帽os al beb茅 en caso de frenazo o colisi贸n. Por otra parte, debemos olvidarnos de la desactivaci贸n del airbag, una pr谩ctica bastante extendida. Lo que s铆 debe hacerse es regular la distancia entre el asiento y el volante, que tiene que ser de entre 20 y 25 cm para reducir el riesgo de colisi贸n.
Mantener confort y seguridad
El tercer trimestre es el m谩s inc贸modo, puesto que es en esta 煤ltima etapa cuando el cuerpo de la mujer sufre las mayores transformaciones. El aumento de la barriga y la hinchaz贸n de las extremidades que padecen muchas embarazadas hacen inc贸moda la conducci贸n, dificultando el control del volante o los pedales. En este caso, es importante corregir la posici贸n del asiento para lograr el m谩ximo confort. En la medida de lo posible, habr铆a que evitar los viajes largos durante el embarazo, y m谩s en esta etapa avanzada. Si no queda otro remedio que hacerlos, es recomendable ir parando de forma regular para estirar un poco las piernas.
Durante todo el per铆odo, hay que tener en cuenta los posibles trastornos que sufren las embarazadas derivados de su estado y que pueden afectar a la conducci贸n, tales como cambios en el nivel de az煤car en la sangre, modificaci贸n de la tensi贸n arterial o alteraci贸n de la visi贸n. Ya para acabar, debemos puntualizar que, si bien no existe contraindicaci贸n espec铆fica entre embarazo y conducci贸n, cada caso es distinto y es importante consultar siempre al especialista.