Todo llega y todo pasa en esta vida. También en el mundo del motor, como es lógico. Década a década, casi lustre a lustro, los gustos de los conductores cambian y los segmentos de vehículos se reorganizan, y algunos incluso mueren. No es el caso, pero, que los todoterreno 4x4 estén muertos ante la invasión de sucedáneos como los SUV o los Crossover. Los todoterreno no están ni siquiera agonitzants, pero sí que es cierto que el off-*road crudo y pelado, los vehículos con reductora, los que valen (o valían) más para tierra y piedras que para asfalto, empiezan a ser vestigios del pasado.
Uno de estos vestigios, Mercedes-Benz Clase G, disfruta de buena salud, a pesar de que es un modelo que apenas ha cambiado desde su lanzamiento, en 1979. Dicen que se renovará el 2018, pero bien es verdad que viendo sus cifras de ventas, es cuestionable plantearse si vale la pena cambiarlo o no. Con más de 37 años a las espaldas, el Clase G se ha convertido en todo un icono del mundo del todoterreno, un coche que cualquiera puede identificar a primera vista. Más de 250.000 unidades, fabricadas a la planta de Magna Steyr en Graz (Austria), se han vendido desde que se puso a la venta, y parece que mejora con los años.
Desde hace más de tres décadas, el Clase G es sinónimo de extraordinaria aptitud para circular en todo tipo de terrenos y de una técnica innovadora y fiable. El diseño exterior, que no ha experimentado prácticamente modificaciones durante su historia, no necesita doblarse a modas pasajeras y hace del Clase G un clásico atemporal. Mecánicamente, el Clase G combina la funcionalidad de un auténtico todoterreno con un confort insuperable de conducción y de manejo. Además, los materiales de alta calidad y detalles selectos en el interior configuran un ambiente exclusivo y elegante.
Todo y su clasicismo, las últimas versiones de esta ´bestia´ alemana habían evolucionado más hacia el lujo que hacia el comportamiento off-*road. Y como Mercedes-Benz quiere alternativas para todo tipos de clientes, ha diseñado el paquete Profesional Off-*Road para hacer que el Clase G esté realmente preparado para todo. De este modo, el que por muchos es el mejor todo-terreno del mundo, recupera en la versión 350d, el propósito de cuando fue diseñado, que no era otro que permitir el paso por cualquier tipo de terreno estuviera en el estado que estuviera.
Para lo cual, este nuevo paquete cuenta con tres diferenciales de bloqueo electrónico, una carrocería elevada 10 mi·límetres más -245 mm de altura libre total en cuanto al suelo- más que la de la variante convencional y unas latas de aleación de 16 pulgadas envueltas en unos neumáticos específicos en medidas 265/70. Por su parte, la versión más ‘salvaje’ de la Clase G mantiene el chasis original de toda la gama y su potente y característica tracción total. Además, incluye elementos decorados en negro mate, como la parrilla frontal. Igualmente, su habitáculo continúa con un aspecto oscurecido, igual que su exterior.
En cuanto a la mecánica, este Mercedes Benz Clase G 350d también es extraordinario y añade bajo el capó un propulsor diesel de 3.0 litros con 6 cilindros en V. Este potente motor es capaz de desarrollar una potencia de 245 CV y un parejo motor máximo de 600 Nm, disponible al completo a partir de las 1.600 rpm. Asociado a una transmisión automática 7G-Tronic, el vehículo homologa un consumo mediano de 9,9l/100km y unas emisiones de CO2 de 261 g/km. En definitiva, una motorización con la cual exprimir sus calidades de grande todoterreno.
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STERN MOTOR TE RECUERDA…
- Mercedes Benz Clase G, por muchos lo mejor todoterreno del mundo, es sinónimo de una extraordinaria aptitud para circular en todo tipo de terrenos y de una técnica innovadora y fiable.