Al recordar los coches playeros no podemos evitar hacer un viaje al pasado, a los años del boom turístico, cuando estos modelos desenfadados coloreaban nuestros puertos y playas. Estos vehículos veraniegos nacieron en los años 50 en Estados Unidos y una década después llegaron a Italia, un país con kilómetros de playas y una fuerte industria automovilística. De esa combinación nacieron unos coches sencillos con asientos de plástico o mimbre y pequeños entoldados para parar tímidamente los rayos solares. El desembarco en España se produjo en los años 70 coincidiendo con el ‘Spain is Different’ y con modestas adaptaciones, cómo no, del 600 a unos usos más lúdicos que utilitarios. Veamos ahora cuáles fueron los playeros que hicieron historia y que en verano, a veces, todavía se pueden descubrir en algunas playas de nuestro país.
Ghia Jolly. El playero más famoso de los años 60 fue el Ghia Jolly, que se fabricó entre 1957 y 1966 sobre la base mecánica de los populares Fiat 500, Fiat 600 e incluso del Multipla. Este modelo veraniego conoció diversas interpretaciones y tuvo una elevada producción. Su nombre, Jolly, es como se conoce en Italia a la carta comodín de las barajas de póker. De esta manera, este coche quería ser un alegre y bromista compañero con el que ir a la playa. A su sombra, en Italia surgieron infinidad de modelos playeros como el Multipla Eden, el Fiat 500 Tilly, el Savio Spider o el Jungla.
Citroën Méhari. El Méhari era un automóvil de bajo coste descapotable producido por Citroën entre los años 1968 y 1988 con la base del mítico 2CV, una carrocería de plástico, y el mismo motor gasolina bicilíndrico de 602 cc que propulsaba al 2CV. Su practicidad y facilidad de maniobras sedujo al Ejército francés, que adaptó el modelo con un sistema de tracción total que le permitió circular por todo tipo de terrenos. La marca francesa ha anunciado recientemente el retorno del Méhari. Eso sí, adaptado a los nuevos tiempos y a los nuevos parámetros de sostenibilidad: el nuevo Méhari será 100% eléctrico.
Mini Moke. Este pequeño vehículo de origen militar británico fabricado por Austin Mini desde principios de los años 60 se pasó al universo playero a partir de 1964 con una versión civil mucho más divertida. Hasta 1968 se produjeron más de 14.500 unidades en el Reino Unido, 10.000 más en Portugal y otras 26.000 en Australia. Habitual de las costas portuguesas, en España no fueron muy habituales –apenas se importaron algunas unidades. Authi, la licenciada española de Austin, fabricó una versión basada en el Morris 1300, que los ingleses bautizaron como Burro, pero que no tuvo ni éxito ni continuidad.
Volkswagen 181. Este modelo, también conocido, como el mensajero, inicio su producción en 1969 con destino policial y militar. Sin embargo, rápidamente se convirtió en el vehículo favorito para los amantes de la caza y de la playa gracias a su ligereza, sus dimensiones compactas y a su tracción total. El 181 era un pequeño descapotable que apenas pesaba 900 kilos. En Alemania se conoció como Kurierwagen (el mensajero); en el Reino Unido, como Trekker; en Estados Unidos, como The Thing, y en México y buena parte de Europa, como Safari.
Renault Rodeo. A la marca francesa siempre le han gustado los vehículos playeros. Entre 1970 y 1987 Renault fabricó diferentes versiones del modelo Rodeo, basado en la plataforma del popular Renault 4, un coche que sólo pesaba 645 kilos, con 3,66 metros de longitud, una gran altura al suelo y unos neumáticos altos y estrechos que le dotaban de una gran maniobrabilidad y acceso a terrenos complicados, como la arena de la playa. Su éxito fue tal que la marca se atrevió a producir las versiones Rodeo de vehículos más grandes, como el Renault 6, y más pequeñas, como el Renault 5. Unas y otras se comercializaron con el nombre Rodeo y los apellidos Evasión, Chantier, Coursière y Quatre Stations, en función de su diferente disposición de techos y paneles laterales.
SEAT Samba. Durante los años 70, Fiat lanzó una versión del 127 llamada Scout que, al llegar a nuestro país, se comercializó bajo el nombre SEAT Samba. De diseño minimalista, este playero tenía una carrocería íntegramente realizada en chapa y una notable mecánica que le permitió circular sin demasiados problemas por carretera. Aunque estaba homologado para cuatro plazas, la banqueta posterior era de fácil desmontaje, lo que permitía disponer de una amplio espacio de cargo. Esto convirtió al Samba en uno de los vehículos favoritos de los pioneros del surf en nuestro país.
MOVENTO TE RECUERDA…
- Estos vehículos ‘playeros’ nacieron en los años 50 en Estados Unidos y una década después llegaron a Italia, un país con kilómetros de playas y una fuerte industria automovilística.
- El desembarco en España se produjo en los años 70 coincidiendo con el ‘Spain is Different’ y con modestas adaptaciones, cómo no, del 600 a unos usos más lúdicos que utilitarios.