La palabra premium viene del inglés y significa tanto "valor añadido" como "precio superior". Hablando de automóviles, este tipo de mercado es particularmente resistente en plena crisis y no deja de crecer año tras año. Un mercado que ofrece algo que marcas generalistas no pueden sacar, no se atreven a sacar, o no pueden superar aunque todas quieren participar en este negocio.
En una industria automovilística de gran competencia, el concepto de premium comienza a ser difuso. En automóvil, cuando hablamos de segmento premium , estamos hablando de pagar más a cambio de obtener una diferenciación, que puede ser a nivel de ingeniería, equipamiento, prestigio, prestaciones o nivel de acabados. En definitiva, se considera que un producto es premium cuando tiene alguna característica o prestación que le hace destacar sobre un producto de venta masiva.
Actualmente, los fabricantes premium compiten con fiereza. La mayor parte de la tarta corresponde por Mercedes Benz, Audi y BMW, pese a estas marcas comienzan a sentir la presión emergente de fabricantes generalistas que quieren entrar en el negocio. No sólo es una guerra por la calidad y el prestigio : también lo es en número de unidades vendidas.
Cuando se ofrece un coche premium , este valor y precio añadido les hace más rentables que un modelo orientado al volumen, de bajo beneficio por unidad. Cuanto más caro es el coche, menos importante es conseguir volúmenes elevados para amortizar el dinero que costó desarrollarlo y fabricarlo. De hecho, los fabricantes premium comercializan modelos que los fabricantes generalistas apenas se atreven a fabricar, como biplazas, berlinas con modelos con carrocería coupé , cabrios, berlinas de representación (segmentos I/F) o SUV de altas prestaciones .
Las marcas generalistas juegan a otra liga, especialmente la del segmento C (compactas y berlinas compactas) y otras inferiores. Sin embargo, algunos fabricantes generalistas intentan competir con productos premium con segundas marcas como Lexus (Toyota), Infiniti (Nissan), DS (Citroën) e Initiale Paris (Renault).
Por otra parte, las marcas premium también quieren jugar en las ligas generalistas y lo hacen, bien con marcas como smart (Mercedes-Benz) o Mini (BMW), o ampliando su gama de productos para llegar a más gente. Si los generalistas crean un nuevo segmento, como hace unos años los monovolúmenes y más recientemente los SUV, las grandes marcas como Mercedes-Benz se apuntan enseguida.
Las marcas premium son, en definitiva, las primeras en aplicar los nuevos avances tecnológicos y en dotar a sus vehículos del máximo nivel de opciones (equipamiento y motores). Si queremos un coche con tracción total, más de 300 CV y tapicería de cuero natural, por ejemplo, seguro que será de una marca premium .
En otro nivel, aún más exclusivo, juegan las marcas de lujo y más elitistas , como Aston Martin, Bentley, Ferrari o Rolls-Royce. Sus volúmenes de producción son muy bajos y sus precios son desorbitados, pero siguen siendo negocios rentables hoy y pese a la crisis gracias a los nuevos millonarios de países emergentes.
STERN MOTOR TE RECUERDA…
- Los coches premium ofrecen una mayor distinción a sus propietarios con un plus de calidad, refinamiento y equipamiento.
- Los fabricantes premium comercializan modelos que los fabricantes generalistas apenas se atreven a fabricar, como biplazas, coupés, cabrios o SUV de altas prestaciones
