Un nuevo Polo acaba de ver la luz. El popular turismo de Volkswagen, que ha vendido des de 1975 24 millones de unidades, se renueva por fuera pero, sobre todo, por dentro, mejorando de manera sensible sus motorizaciones y su equipamiento. Más seguridad y mayor facilidad de conducción, en gran parte heredadas del Golf, son las cartas con las que espera ganar la partida en su competido segmento. Aquí os presentamos la última apuesta de la marca alemana para que juzguéis sus posibilidades.
Uno de los cambios más destacables del nuevo modelo respecto al que se ha estado vendiendo hasta ahora es, sin duda, la reducción del consumo de combustible, que Volkswagen sitúa de media en un 21 por ciento. Esto se ha conseguido, en parte, rebajando la cilindrada global de los propulsores. El Polo cuenta ahora con cuatro motorizaciones en gasolina - 60, 75, 90 y 110CV – y dos en diesel – 75 y 90CV. Por otra parte, contribuyen a la mejora en la eficiencia el sistema start-stop y el de recuperación de energía en la frenada, ambos de serie para cualquier mecánica.
Tecnología para moverse tranquilo
Para mejorar la seguridad, entre las novedades que incorpora el Polo, destacan el sistema de frenada de emergencia en ciudad, el freno anticolisiones múltiples o el sistema ACC de control de distancia adaptativo. Asimismo, también encontramos la función de detección de fatiga, el asistente para evitar aproximaciones excesivas a otros vehículos o el sistema Lane Assist, que alerta de un cambio involuntario de carril.
La conducción también se ha hecho más cómoda gracias a una dirección nueva, que ofrece un control más preciso que la anterior y transmite menos las irregularidades de la carretera. Además, existe la posibilidad de escoger una suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente llamada Sport Select que permite elegir entre dos niveles de dureza (Comfort y Sport). Por otra parte, diferentes elementos del equipamiento se lo ponen más fácil al conductor: el asistente de aparcamiento, la cámara de visión trasera, el sistema de arranque en pendiente o el de conducción relajada son algunos de ellos.
Uno de los cambios más destacables de la última versión del Polo es la incorporación de un novedoso sistema multimedia que se controla mediante una pantalla táctil y que permite reproducir los archivos de audio de nuestro dispositivo móvil a través las conexiones Bluetooth o los dispositivos USB y Media-In. Con la función adicional Mirrol Link, además, podemos ver la mayor parte de los contenidos de nuestro Smartphone en la pantalla del vehículo.
Retoques de imagen
En lo que se refiere a los cambios en el diseño, que sobre todo se localizan en el frontal, llaman la atención de la última versión del Polo sus parachoques y sus faros. También han sido rediseñadas las llantas y las rejillas de ventilación y del radiador, con aplicaciones cromadas. Por su parte, el parachoques trasero respira ahora un aire más deportivo.
El Volkswagen Polo se va a comercializar, por el momento, con tres líneas de equipamiento:Edition, la más básica; Advance, que incorpora llantas de aluminio y volante de piel; y Sport Clima, con llantas más grandes y volante multifunción. Pese a las mejoras introducidas, las tres líneas mantienen un precio similar al de su versión anterior, que parte de los 12.980€. En definitiva, el Polo es un coche que podemos definir como innovador, actual y divertido. Con estas características, está claro que los jóvenes son el público que más mayoritariamente conectará con él, pero seguro que todo tipo conductores sabrán apreciar sus virtudes.