El hidrógeno es uno de los elementos más abundantes del universo, con unas reservas infinitas. Este gas incoloro y sin olor apenas existe como molécula independiente. Siempre lo encontramos como compuesto de otros elementos, como el agua. Y este elemento, junto con el viento, son precisamente los dos elementos con los que se puede conseguir lo que para muchos puede ser el combustible del futuro , el elemento clave de la transición energética del siglo XXI.
Así, un ente supranacional como el Consejo Internacional del Hidrógeno ha diseñado una especie de hoja de ruta de esta transición energética con el hidrógeno como protagonista. Según el informe de esta entidad, el hidrógeno podría suponer una quinta parte de la energía final total consumida en el año 2050. Con esta cifra, se reducirían las emisiones anuales de CO 2 en unas seis gigatoneladas en cuanto a los niveles actuales y se contribuiría aproximadamente a un 20% de la reducción necesaria para limitar el calentamiento global en dos grados Celsius.
El hidrógeno, en definitiva, está llamado a ser un pilar clave de la transición energética . Según el Consejo Internacional del Hidrógeno, este gas propulsará entre 10 y 15 millones de turismos y 500.000 camiones en 2030, además de tener otros muchos usos en diversos sectores, como procesos industriales, extracción y tratamiento de materias primas, calefacción y energía de edificios o generación energética y almacenamiento. En total, el estudio asegura que la demanda anual de hidrógeno se multiplicará por 10 de cara a 2050, lo que supondría el 18% de la demanda total energética de ese momento.
Puede decirse que el hidrógeno se perfila como uno de los combustibles de futuro más prometedores , pero ahora mismo es caro de producir a escala industrial. Científicos de la Universidad de Stanford publicaron hace un par de años un estudio en la revista Science en el que describían un sistema para generar hidrógeno tan barato como el que proviene de combustibles fósiles (gas natural), pero a partir solo de agua y solo. Una especie de fotosíntesis artificial que separaría el hidrógeno del oxígeno mediante una corriente eléctrica producida por células solares.
Las investigaciones se han traducido en los últimos años en pruebas pilotos de diferentes fabricantes de automóviles que ya trabajan en el desarrollo y perfeccionamiento de pilas de hidrógeno . Esta nueva fuente de energía podría mejorar una de las carencias de sus máximos competidores, los coches eléctricos. Así, actualmente a los vehículos que son 100% eléctricos se les critica mucho por su poca autonomía y por el tiempo excesivo de recarga que necesitan. En el caso de los vehículos con hidrógeno, éstos tendrían una mayor autonomía y reducirían su tiempo de recarga a una duración de entre 3 y 5 minutos.
Aunque el hidrógeno puede ser el combustible del futuro, ya existen modelos reales. Hyundai, por ejemplo, se prepara para vender sus primeros coches de hidrógeno en España, un modelo que va a costar unos 50.000 euros por unidad y que irá destinado a un cliente corporativo. Este modelo es el ix35 Fuel Cell, del que el pasado año se vendieron 300 unidades en Europa, una implantación mínima aunque la tendencia apunta a un rápido crecimiento. Una generalización que depende de la red de puntos de carga de hidrógeno . Ahora, en Europa hay un centenar de estaciones, pero en España sólo hay seis, situadas en Sevilla, Zaragoza, Albacete, Puertollano y Huesca.
Los coches de hidrógeno, como el ix35 Fuel Cell de Hyundai , funcionan con combustión oa través de un montón. En el segundo caso son cero emisiones y sólo expulsan vapor de agua o agua líquida. Los depósitos suelen almacenar hasta unos cinco kilos de hidrógeno que alimentan un montón que recibe aire y con un mecanismo de electrólisis inversa es capaz de generar la energía para mover el motor. La seguridad de estos vehículos es total . El circuito del hidrógeno está completamente aislado del interior del coche y unos detectores se dispararían en caso de escape.
Como hemos podido leer en este artículo, el hidrógeno tiene un futuro muy prometedor como combustible para nuestros vehículos, pero todavía tenemos que esperar a que la industria apueste, lo desarrolle y se generalice. Quizás sería la mejor noticia que le podríamos dar a nuestro medio ambiente.
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El hidrógeno es uno de los elementos más abundantes del universo y está llamado a ser el combustible del futuro, elemento clave de la transición energética del siglo XXI.