La crisis ha dado alas al mercado del vehículo de ocasión. El pasado año, por ejemplo, la venta de coches de segunda mano duplicó a la de automóviles nuevos. Y eso que la compra de un vehículo usado es o, mejor dicho, debería ser un proceso bien meditado al que hay que dedicar tiempo para informarnos, comparar y elegir correctamente. Lo primero que tenemos que hacer es pensar bien qué coche necesitamos y cuál es el uso que le queremos dar. Antes de salir a buscar tu coche, tienes que hacerte algunas preguntas para saber bien qué es lo que buscas: ¿diésel o gasolina?, ¿dos, tres o cinco puertas?, ¿dinámico o confortable?, ¿compacto o berlina?, ¿sólo para carretera o todoterreno?, ¿manual o automático?...
Si invertimos el tiempo necesario en esta fase previa ya podemos iniciar la búsqueda activa del coche de ocasión que más case con nuestras expectativas y necesidades. Eso sí, siguiendo una serie de consejos para asegurarnos que damos en la diana.
¿Particular o concesionario? La pregunta clave. La compra a un particular puede resultar económicamente más ventajosa. Sin embargo, lo que te ahorres en la compra lo puedes perder si, una vez comprado el coche, encuentras algún defecto. Reclamar a un particular es posible con un contrato de por medio, pero es difícil, caro y complicado. En un caso como éste es mejor estar amparado por un concesionario o una empresa especializada, ya que lo más probable es que se haga cargo de la reparación atendiendo a la garantía que ofrece a sus clientes.
No te precipites. Si un coche no te acaba de convencer del todo, descártalo y mira otras opciones. No te dejes vencer por las presiones del vendedor y valora si el coche se adecúa exactamente a lo que buscas y a lo que realmente necesitas. Un poco de racionalidad y sentido común en estos momentos te ayudará a que la compra no se convierta en una compra fallida.
Obtén toda la información posible. Que no te dé apuro preguntar a nuestros vendedores mil dudas sobre el vehículo: cuántos dueños ha tenido, qué uso le ha dado, si ha tenido accidentes, cuál es su historial mecánico, cuánto gasta o, sencillamente, por qué se lo vende. Esas respuestas te pueden ayudar a tomar una decisión.
Inspecciona el vehículo. Los defectos de un coche de segunda mano pueden pasarnos por alto con facilidad si no sabemos bien qué es lo que tenemos que mirar y revisar para saber, con mayor exactitud, qué mantenimiento ha tenido el coche y cuál es su estado actual.
A continuación, vamos a detallarte cuáles son los puntos clave que hay que revisar cuando te compras un coche de segunda mano:
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Neumáticos. Las grietas pueden apuntar a que su uso no ha sido el debido o a que son más viejos de lo que te dicen. Lo mejor es que compruebes la fecha de fabricación con el código DOT que está en el flanco del neumático. Por otro lado, un desgaste irregular indica que el coche no rueda bien.
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Tubo de escape. Comprueba que no presenta grietas y la cantidad de humo que expulsa. Una excesiva emisión puede indicar algún tipo de fallo en la mezcla de combustible.
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Parachoques. Tienes que fijarte en si presenta rozaduras o arañazos, en si está mal fijado o descolgado o si tiene alguna rotura o ha sido reparado con pintura. Si el parachoques está demasiado nuevo para la edad del coche, lo más seguro es que haya sido reemplazado tras algún accidente.
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Carrocería. Revisa, palmo a palmo, la carrocería, las juntas de goma y los bajos para ver si hay zonas oxidadas, arañazos y fisuras grandes que atraviesen la pintura y dejen al descubierto la chapa, abolladuras, cambios en la tonalidad o en la textura de la pintura, marcas de posibles golpes.
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Interior. Siéntate en el habitáculo y comprueba el deslizamiento de los cinturones de seguridad y si estos tienen alguna rotura o corte. Revisa los anclajes y repasa la tapicería en busca de posibles manchas o quemaduras.
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Dirección. Mueve el volante de un lado a otro y comprueba si se produce algún tipo de bloqueo en el giro y si éste es suave y silencioso.
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Pérdida de líquidos. Los problemas de estanqueidad de los circuitos suelen ser habituales en los vehículos usados. Estas fugas pueden tener su origen en el sistema de frenos, en el circuito del aire acondicionado o en el motor.
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Frenos. Es importante que compruebes la eficacia de la frenada, así como el tacto del pedal y el estado de discos y pastillas. Recuerda que las averías del sistema de frenos no son baratas.
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Motor. Dale a contacto y enciende el motor. Fíjate en si hay ruidos anormales en el vano motor, si el ralentí es regular y, sobre todo, que no tenga paradas inesperadas.
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Faros y luces. Fíjate en si son piezas originales y si tienen fisuras o impactos. Una rotura en las tulipas de protección puede condicionar la eficacia de los faros.
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Suspensión. Aplicar presión sobre el capó y mira cómo el rendimiento de los amortiguadores. Si el coche rebota más de una vez, quizás la suspensión esté gastada y tendrías que sustituirla. Una buena razón para pedir una rebaja al vendedor.
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Cristales, lunas y espejos. Fíjate en que no tengan golpes, fisuras o rayas. Comprueba que el mecanismo de los retrovisores funcione a la perfección.
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Cuadro de mandos. Mira el cuentakilómetros. Si el coche tiene muchos años y poco kilometraje, sospechar. Cada coche tiene su historia. Sin embargo, calcúlale unos 10.000 kilómetros anuales. Revisa que en el cuadro no se encienda ningún testigo de avería mecánica o eléctrica.
Prueba el coche. Pídeselo al vendedor y no aceptes un no por respuesta. Condúcelo por un recorrido que combina ciudad y carretera para que puedas comprobar cómo va el motor y el estado del cambio de marchas, frenos y amortiguadores. Si no te ves capacitado para valorar la respuesta del coche, pide a algún especialista de confianza que lo pruebe por ti.
Verifica la tasación del vehículo. Comprueba que el precio del coche se corresponda con los listados de tasaciones, como el que ofrece la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), y con el estado real del vehículo.
Revisa la documentación. Parece que, por fin, has encontrado el coche que buscabas. Es el momento de comprobar que la documentación del vehículo esté en regla: si el coche está al corriente del impuesto de circulación, si ha pasado la ITV o si tiene multas pendientes.
Acuerda la forma de pago. Pacta la forma de pago con el vendedor. Si hay paga y señal, pide un recibo y que se detalle en el contrato de compra-venta. Un tema importante si posteriormente surgen desavenencias. Por otro lado, recuerda que si compras el coche en un concesionario, el límite de pago en efectivo es de 2.500 euros. Un límite que desaparece si se lo compras a un particular.
Agiliza las gestiones. Si te has decidido a comprar el coche y has firmado el contrato de compra-venta, haz todas las gestiones cuanto antes, dando prioridad a la contratación del seguro para que puedas usarlo lo más pronto posible.
MOVENTO TE RECUERDA…
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La compra de un vehículo tiene que ser una decisión bien meditada. Tómate tu tiempo y déjate asesorar por especialistas
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La garantía y la asistencia post venta es la gran diferencia entre comprar el coche a un particular o a un concesionario oficial.
Si buscas un coche de ocasión, ven a vernos a nuestros concesionarios Movento, disponemos de un gran stock de vehículos, seleccionados, valorados, revisados y garantizados por nuestro equipo de profesionales.