Cinco claves para conducir por la noche con seguridad

Movento Consejos Conducción Nocturna

Ya tenemos las vacaciones a tiro de piedra y, aunque nos cansemos de repetirlo, no podemos dejar de tener en cuenta los millones de desplazamientos que se van a efectuar estas navidades. Unos viajes en los que es conveniente tomar algunas precauciones, especialmente si vamos a viajar de noche. Y es que el 42% de los accidentes de tráfico se produce durante la noche, un dato que evidencia los riesgos que existen a la hora de circular de noche con menor percepción visual. A pesar de la iluminación que nos ofrecen los faros del coche, la agudeza y el campo visual se ven notablemente reducidos. Además, es más complicado calcular la velocidad, tardamos más tiempo en interpretar la señalización y se produce mayor fatiga. También corremos riesgo de sufrir la aparición prematura de monotonía, fatiga y cansancio, especialmente entre las 4 y las 6 de la mañana, cuando baja el nivel de alerta.

Si eres de los que viajas de noche para aprovechar todos y cada uno de tus días de vacaciones y para circular con una menor densidad de tránsito, debes de tener en cuenta que el coche debe de estar en buen estado, debes tener bien planificado el viaje y debes de encontrarte en un buen estado físico y psíquico, sin dolencias ni cansancio. Si cumples todos estos preceptos tienes luz verde para ponerte al volante de noche. Eso sí, aplicando cinco premisas básicas. Las cinco reglas que, según el Club de Automovilistas Europeos, debes tener en cuenta si piensas conducir de noche con comodidad y seguridad son:

1. Reducir la velocidad: En carretera, la velocidad máxima recomendada es de 90 km/h. Uno de los puntos cruciales para conducir de noche con seguridad es adaptar la velocidad de tu coche a la visibilidad disponible y no pretender ver más allá del campo de visión que nos ofrecen los faros del vehículo. Esta actitud genera en el conductor una fatiga adicional que puede provocar una reducción en la atención y originar situaciones de peligro. Recuerda que las luces no aportan el mismo campo de visión que nos facilita la luz del sol, por lo que se debe adaptar la velocidad a la que se circula para poder frenar dentro del campo de iluminación.

2. Mantener la distancia de seguridad: Esta práctica es especialmente importante si circulas de noche. Por eso, el margen que se debe dejar con el vehículo de delante no debe ser inferior a tres segundos, o unos 75 metros. La conducción nocturna exige, además, una mayor atención a lo que ocurre en la vía. Pese a la escasa visibilidad, es conveniente aumentar la frecuencia de mirada por los retrovisores para evitar que una maniobra imprudente de otro conductor te ponga en peligro.

3. Aumentar la frecuencia de las paradas: La fatiga es uno de los mayores enemigos del conductor por la noche. En este caso, es crucial saber detectar los primeros síntomas de cansancio (se cierran los ojos involuntariamente, cuesta mantener el coche dentro del carril, o resulta difícil recordar por dónde se ha circulado en el último kilómetro). Por eso, es conveniente descansar antes de realizar un viaje nocturno, no ingerir comidas copiosas y parar siempre al menor síntoma de somnolencia o cansancio, descansando unos 20 minutos antes de volver al volante. Caminar, refrescarse, ingerir algún tipo de bebida estimulante o energizante e incluso dormir unos minutos, nos permitirá proseguir nuestro viaje con seguridad. Recuerda que el cansancio afecta a los reflejos de forma similar a conducir con una tasa de alcoholemia de 0,5 g/l.

4. Usa bien las luces de cruce: Ante el primer síntoma de escasa visión, enciende las luces de cruce. Su uso es clave para asegurar tu seguridad. Estas luces deben encenderse a los primeros atisbos del atardecer, cuando la visibilidad no sea buena y si llueve. Su función no se limita a mejorar tu visión, sino a que el resto de conductores te vea perfectamente. Por supuesto, la mejor opción sería viajar siempre con las luces de cruce encendidas, como ya ocurre en algunos países del norte de Europa o con los modelos que ya incorporan las llamadas DayLight y sensores automáticos de iluminación. Recuerda que el uso de las luces ni gasta la batería ni te hará consumir más combustible. Por otro lado, si quieres mejorar tu visibilidad, reduce la intensidad de la iluminación del cuadro de instrumentos. Si hay demasiada luz interior, peor verás el exterior.

5. Usa bien las luces largas: En carreteras donde no haya posibilidad de deslumbrar a otros vehículos, utiliza sí o sí las luces largas en lugar de las de cruce, así aumentarás tu percepción nocturna. La utilización de las luces de carretera ayuda a reducir la fatiga al volante. Eso sí, se precavido y cámbialas a cruce en cuanto exista la mínima posibilidad de deslumbrar a otro vehículo. Si otro conductor te deslumbra, intenta mantener la trayectoria y reduce la velocidad intentando guiarte por las líneas que delimitan el carril. Si no hay riesgo de impacto posterior, reduce la velocidad hasta detenerte señalizando convenientemente la maniobra. Por último, en caso de adelantamiento es obligatorio quitar las luces de carretera y substituirlas por las de cruce.

Finalmente, recuerda que además de estas cinco claves, es imprescindible que tu coche se encuentre en estado óptimo de revista. Si necesitas ayuda, nuestros profesionales estarán encantados de poner tu coche al día para viajes con total seguridad.

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MOVENTO TE RECUERDA…

La conducción nocturna presenta mayores riesgos que conducir de día, asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. Eso sí, aplicando cinco premisas básicas podemos conducir de noche con comodidad y seguridad.