Cinco averías caras que podrías sufrir y debes evitar

Movento - Cinco averías caras que puedes sufrir y debes evitar

El pasado mes de agosto se produjeron en España más de 45 millones de desplazamientos por carretera. Y este año se espera superar esa cifra. Si eres uno de los que ya has salido a la carretera o debes hacerlo durante este mes hazlo con precaución. No importa el coche que traigas. Todos pueden sufrir averías complejas y caras de reparar. Averías temibles que pueden arruinarte las vacaciones, cambiar la playa por el taller y desembolsar miles de euros para que tu vehículo vuelva a ser el mismo. A continuación te explicamos las cinco averías que pueden destrozarte el verano, que te obligarán a plantearte si reparar el coche o comprar un nuevo, y cómo evitarlas.



Embrague y caja

de cambio El embrague y la caja de cambio son los dos elementos del vehículo encargados de transmitir la fuerza del motor a las ruedas para que el coche funcione con normalidad. El uso que les des será decisivo en su desgaste. Si quieres evitarte los más de 600 euros que cuesta cambiar un embrague y los hasta 6.000 euros que puede costarte un cambio, sigue nuestros consejos. Te ayudarán a que el embrague y el cambio duren más:

• Al arrancar, hazlo con suavidad y no superes las 1.500 vueltas.

• Pisa el embrague solo para cambiar de marcha, no lo utilices para que descanse el pie izquierdo ni para sujetar el coche frenado en las rampas.

• No descanses la mano en el pomo del cambio, puedes dañar sus elementos internos. Si el cambio es automático, cambia el aceite cuando indique el fabricante para conservar la potencia del motor y evitar una rotura de los engranajes.



Turboalimentador

El turbo es un elemento del motor de tu coche que recupera los gases de escape para comprimirlos e introducirlos a presión en los cilindros y, de esta forma, conseguir un mejor rendimiento del motor. Si notas que tu coche pierde fuerza, sale mucho humo por el escape o escuchas un silbido cuando aceleras… El turbo está averiado y la broma te va a costar más de 1.000 euros, dependiendo del modelo. Si quieres evitarte este trance:

• Realiza una condición pausada, sin acelerar a fondo hasta que el motor tenga su óptima temperatura de marcha.

• Si has realizado una buena tanda de kilómetros, al llegar al destino deja un par de minutos el motor al ralentí. De esta forma, se refrigerará el aceite del turbo y evitarás la aparición de impurezas que puedan dañar el sistema.

• No escatimes en aceite. Recuerda que el turbo funciona a muy altas revoluciones y si el aceite no es de buena calidad o está en mal estado, se desgastará prematuramente.



Correa de distribución

La correa de distribución es un elemento que coordina el funcionamiento de las diferentes partes del motor –válvulas, pistones, árboles de levas y piñones– para que éste funcione correctamente. En caso de avería, la reparación puede costarte entre 1.200 y 3.000 euros. Si la correa se rompe, el motor pierde su sincronización y puede dañar gravemente elementos clave como las válvulas. Si quieres evitar que se rompa la correa de distribución:

• Respeta el mantenimiento recomendado por el fabricante y revisa su estado anualmente.

• Cámbiala cada 80.000 kilómetros o cada cinco años aunque no hayas realizado los kilómetros que recomienda el fabricante. La correa se deteriora con el paso del tiempo, aunque circules poco.

• A la hora de cambiarla, sustituye a los rodillos, los tensores y la bomba de agua si depende de la correa. Así evitarás volver al taller anticipadamente para sustituirla.



Junta de la culata

La famosa junta de la culata es una prenda esencial en el funcionamiento de cualquier motor de combustión. Esta pieza es la encargada de unir la culata, la pieza que sella la parte superior de los cilindros, con el bloque motor y su misión no es otra que asegurar la correcta compresión del motor. Una temperatura alta del motor, un nivel del anticongelante excepcionalmente bajo, escapes de agua o un característico humo blanco son los principales síntomas de una rotura de junta de culata y el preludio de una reparación que puede superar los 1.000 euros. Para evitarlo:

• Revisa el nivel de líquido anticongelante de forma periódica y sustituyéndolo cuando lo indique el fabricante.

• Comprueba periódicamente que no tienes ninguna fuga en el sistema de refrigeración. Si te quedas sin líquido anticongelante tendrás un problema.

• Presta atención a los testigos del coche y evita que el motor se sobrecaliente.



Bomba de combustible e inyectores

La bomba de combustible y los inyectores son los elementos responsables de que el motor de tu coche tenga la gasolina o diésel que necesita en cada momento. Si la bomba falla, el combustible no llegará a los inyectores y el coche se detendrá. Si fallan los inyectores el motor perderá potencia y el coche funcionará dando tirones en marcha. La reparación de la bomba puede costarte entre 500 y 2.000 euros, mientras que reemplazar a los inyectores pude llegar a los 2.000 euros, dependiendo del motor. ¿Cómo evitarlo?

• No abuses de la reserva del depósito, sólo conseguirás dañar la capacidad de refrigeración de la bomba de combustible y dañarla.

• Nunca reposties si ves que el camión cisterna acaba de llenar los depósitos de la gasolinera. Al hacerlo se remueven las impurezas del tanque y podrían terminar en tu coche.

• Nunca nos cansaremos de repetirlo: mejor prevenir que curar. Así que sigue a ojos cerrados las indicaciones del fabricante y cambia cuando toque el filtro de combustible. Te ahorrarás problemas y dinero.