Quizá 33 primaveras no sean suficientes para catalogar a un modelo de ‘clásico’ de la automoción, pero sin duda el Audi Quattro no podía escapar de nuestra colección de mitos sobre ruedas por varios motivos de peso. Si no, que se lo pregunten a todos los niños que jugaron al scalextric durante los 80 y que, seguro, no han olvidado este rompedor coche. Conozcámoslo mejor.
Se trata de un deportivo fabricado por la marca alemana entre 1980 y 1991, con carrocería cupé de dos puertas y motor delantero longitudinal, que marcó un antes y un después en la historia de la automoción incorporando por primera vez la tracción en las cuatro ruedas. Los orígenes de esta tracción quattro se remontan a 1977, a raíz del encargo de un todoterreno para uso militar. Sin embargo, fue en 1980 cuando revolucionó el mundo de los rallyes, que a partir de ese momento no concibió ningún vehículo que no la incorporara. El motivo no fue otro que la proclamación como campeón de la, por entonces poco conocida, Paris Dakar por parte del Volkswagen Iltis, que Audi había construido con tracción total.
El encargado del proyecto para desarrollar el Audi Quattro fue el alemán Ferdinand Piëch, nieto de Ferry Porsche y, más adelante, presidente del Grupo Volkswagen. El primer modelo vio la luz en 1980 en el Salón de Ginebra, donde fue presentado como un coche de calle pensado para competir. Incorporaba un motor inédito de cinco cilindros en línea de 2,2 litros con turbo que rendía 200 cv, pudiendo llegar a los 330-350 en la versión de competición. Como curiosidad, cabe señalar que inicialmente Audi pensaba limitar el uso de la tracción total a sus vehículos de competición, y que fue la victoria del Volkswagen Iltis lo que le llevó a adoptarla en los coches de calle.
Triunfos que han dejado huella
Los éxitos conseguidos en los rallyes, que vivían su momento álgido, contribuyeron a la popularidad del Quattro. En un principio, perteneció al Grupo 4 y después fue homologado en el Grupo B, donde vivió varias evoluciones: A1, A2, Sport y S1. La primera participación oficial fue en el de Montecarlo en 1981, donde una salida de carretera de su corredor Hannu Mikkola puso fin a lo que pudo ser una auténtica exhibición. Fue en la siguiente prueba, en Suecia, cuando consiguió la primera victoria. Con el Quattro, en 1982, Audi ganó el mundial de marcas, en 1983, el mundial de pilotos y, en 1984, ambos. La última evolución del Audi Quattro fue el S1 Pikes Peak, creado para competir en la carrera norteamericana de montaña Pikes Peak International Hill Climb. Con él, la piloto Michele Mouton, logró ser la primera mujer en ganar esta competición de montaña y batió el record de la prueba.
Su innovador motor y esta trayectoria de éxitos es lo que han convertido al Audi Quattro en un mito que, ahora, la marca alemana quiere revivir. Con motivo de su 35 aniversario, lanzará al mercado el nuevo Audi Quattro Q35, con una producción de 10.000 unidades. Ya anticipado en 2010 por el prototipo Quattro Concept, aún nos quedan dos años para saber si este nuevo vehículo consigue el impacto que su versión original logró en los 80.