Los coches cada vez disponen de más elementos de seguridad y ayuda a la conducción. Unos dispositivos que, en principio, tendrían que servir para hacer que la conducción fuera más fácil. Pero también es cierto que quien tenga un coche de unos 10 años y se decida ahora a cambiarlo por uno de nuevo, se encontrará toda una serie de aparatos y botonets a los cuales tendrá que acostumbrarse. La tecnología avanza a gran velocidad y a veces resulta complicado seguirla. Por eso en Movento hemos elaborado una recopilación de tecnologías aplicadas al automóvil, que en la actualidad están reservadas a los modelos premium pero en un futuro próximo serán de uso generalizado.

Los asistentes a la conducción son la gran novedad de los últimos años al mundo del automóvil. Su evolución ha sido exponencial y son el primer paso hacia la conducción autónoma, una realidad muy cercana que tecnológicamente ya es viable en autopistas pero que requiere una regulación legal para poder implantarse definitivamente en los vehículos producidos en serie.

La localización GPS, el teléfono integrado en el vehículo y la conexión a Internet permiten ofrecer la posibilidad de contar con un asistente personal las 24 horas del día durante todos los días del año. Un asistente que facilita información sobre destinos o nuestro vehículo, puede programar el navegador para evitar posibles distracciones durante la conducción y, incluso, proporcionar ayuda ante un accidente y enviar a los servicios de emergencia nuestra ubicación aportando datos sobre el accidente, el estado del vehículo y de los pasajeros, incluso si no estamos conscientes.

El sistema Head Up Display, por su parte, muestra la información más importante del vehículo proyectada en el parabrisas o en una pequeña pantalla transparente sobre el cuadro de instrumento, una tecnología que reduce el movimiento de los ojos y permite mantener la mirada en la carretera durante más tiempo. El sistema Head Up Display ha ido evolucionando y ya existen versiones en color y con una distribución más amplia y completa de la información.

Los avances tecnológicos también han llegado al mundo de las aplicaciones y gadgets. En este sentido, hay que destacar que cada vez es más habitual que los fabricantes de vehículos pongan a disposición de sus clientes una app que permita la interacción con el coche. Con esta app puede recibirse información del estado del vehículo como el nivel de combustible, estado y nivel del aceite, presión de los neumáticos, etc. Pero también se puede, por ejemplo, programar la calefacción porque cuando llegamos al coche el habitáculo ya se encuentre a la temperatura de confort. Más reciente es la tecnología disponible que nos permite pagar en las gasolineras sin necesidad de bajar del coche gracias a la conectividad del vehículo o poder recibir una compra realizada por internet directamente en el maletero de nuestro coche sin importar donde esté aparcado.

También hay que destacar la evolución sufrida por el sistema de asistencia al aparcamiento o el llamado aparcamiento automático, que detecta un espacio válido para aparcar y el conductor sólo tiene que manejar los pedales y el cambio. Se ha extendido hasta modelos generalistas, pero ahora se ha mejorado permitiendo aparcar el vehículo a distancia. El conductor puede bajar del coche y con sólo realizar un movimiento continuado sobre la pantalla de su teléfono o desde la llave del vehículo este se aparca solo. Y finalmente existe otro sistema previo en la conducción autónoma que no sólo nos permite disfrutar de una conducción urbana más relajada, también más eficiente. Se trata del asistente de semáforos, un sistema que controla la frecuencia de los semáforos y calcula la velocidad del vehículo para que no llegue a detenerse y así evitar el arranca-para, que eleva notablemente el consumo de combustible.

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Los coches cada vez disponen de más elementos de seguridad y ayuda a la conducción, unos dispositivos que, en principio, tendrían que servir para hacer que la conducción fuera más fácil.