Las carreteras españolas cuentan con un invitado especial. Entre los 28 millones de vehículos que circulan, hay 6.000 unidades impulsadas por gas natural comprimido (GNC) . Una cifra todavía modesta pero que va al alza año tras año. Así, este combustible alternativo gana adeptos por sus ventajas frente al diesel y la gasolina ( las matriculaciones de vehículos propulsados con GNC crecieron un 133% en 2016, por ejemplo ). Las razones deben buscarse en que contamina menos y es más barato y aún más accesible que el vehículo eléctrico.
De esta forma, el gas es una energía estratégica que actualmente juega un papel importante en la transición hacia una movilidad más limpia y sostenible.
Actualmente, no se comercializan coches 100% de GNC, sino que son híbridos de gas y gasolina con un doble sistema de alimentación que tienen un precio similar al de las versiones diésel, aunque existen ayudas oficiales (como el Plan Movalt ) y de las compañías energéticas y automovilísticas para facilitar el acceso a esta tecnología más sostenible que pueden ahorrarnos entre 500 y 18.000 euros a la hora de la compra, dependiendo del tipo de vehículo. El verdadero ahorro de los coches GNC radica , sin embargo, en el consumo .
Recorrer 100 kilómetros con gas natural cuesta unos 3,2 euros (el kilo no alcanza el euro de media). Para realizar el mismo trayecto con diésel es necesario invertir unos 4,4 euros (un 20% más), y con gasolina, unos 5,8 euros (un 50% más).
El GNC es el mismo gas que se utiliza en casa pero comprimido a menos de un 1% de su volumen, un combustible que llevan años utilizando los autobuses de muchas ciudades. Toda la gama híbrida que circula por el país cumple con los mismos estándares de seguridad y calidad que el resto de modelos, siendo 100% fiables, ya que los depósitos incorporan una válvula de seguridad que garantiza que el sistema sea hermético en todo momento. Estos vehículos también cuentan, por su parte, con ventajas para su uso en las ciudades. Los compradores disfrutan, por ejemplo, del 75% de descuento del impuesto de circulación en Madrid y Barcelona y de una rebaja del 50% en el coste del aparcamiento regulado en Madrid y descuentos en los peajes en las autopistas de pago de Barcelona.
El GNC se postula, por su parte, como una opción más limpia que los combustibles convencionales para moverse por ciudad. Estos vehículos reducen un 30% las emisiones de CO2, principal responsable del efecto invernadero, frente a la gasolina y, hasta un 15%, respecto al diesel. Por lo que se refiere a los óxidos de nitrógeno (NOx), la reducción de emisiones es del 85%, lo que les permite disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT, que les facilita el acceso a las grandes ciudades a pesar de las restricciones de tráfico por episodios de contaminación, además de acceso a carriles VAO con independencia del número de ocupantes.
¿Cuáles son los vehículos que incorporan motores propulsados por GNC? Buena parte de la oferta que hay en el mercado proviene de las diferentes marcas del Grupo Volkswagen . Así, por ejemplo, en la actualidad SEAT dispone de tres modelos que circulan con GNC: el nuevo SEAT Ibiza, el SEAT León y el SEAT Mii. El caso de Volkswagen es parecido al de SEAT: ha tomado también uno de los modelos más exitosos del mercado para alimentarle con GNC. Hablamos, por supuesto, del Golf , junto al Up , que complementa la oferta de la marca alemana. Skoda, por su parte, tiene dos apuestas muy diversas para sumergirse en el GNC: el Citigo G-TEC y los Octavia Sedán y Familiar.
Las marcas premium también apuestan por el GNC. Así, Audi comercializa, por ejemplo, el modelo A4 Avant G-Tron que, con 170 caballos de potencia, aporta una rebaja de emisiones del 80 por ciento (en el ciclo de vida y producción del coche) y las mismas prestaciones y sensaciones que un A4 Avant propulsado por gasolina. Mercedes Benz , por su parte, tiene dos modelos con GNC, el B-200 NGD y el E-200 NGD, ambos con 156 caballos de potencia. Por lo que respecta al transporte profesional, diferentes versiones de la Sprinter de Mercedes Benz también incorporan motores propulsados por gas natural comprimido.
La sostenibilidad de estos vehículos llega incluso a la generación del propio combustible. Y es que el GNC puede convertirse en una energía renovable ya que ya es posible fabricarlo a partir de residuos orgánicos combinando hidrógeno y CO2, lo que se conoce como Power-to-Gas . Esto proporciona infinitas posibilidades a esta energía alternativa y la oportunidad de incorporarla a la economía circular que aproveche desechos. Las ventajas de estos vehículos no se limita a los coches que ya incorporan esa propulsión de fábrica. Cualquier vehículo de gasolina, por ejemplo, puede adaptarse al gas natural con total garantía a talleres especializados por unos 2.000 euros.
El principal inconveniente a la hora de apostar por los vehículos de GNC es la limitación de oferta. Otro punto débil de estos vehículos es la reducida red de puntos de recarga . En el Estado sólo existen un centenar de gasineras , una cantidad insignificante si se compara con las 1.000 que existen en Italia, uno de los países que más ha apostado por esta tecnología. En este sentido, es necesario crear una red abierta de recarga más amplia y que las gasolineras incluyan estos puntos. Solo así la sociedad se animará a apostar abiertamente por el gas.
MOVENTO TE RECUERDA…
Entre los 28 millones de vehículos que circulan, existen 6.000 unidades impulsadas por gas natural comprimido (GNC). Una cifra todavía modesta pero que va al alza año tras año.