Conducir es un derecho, pero ¿hasta qué edad?

Conducir es un derecho, pero ¿hasta qué edad?

La población de nuestro país envejece a marchas forzadas y eso se nota, también, en nuestras carreteras. Un estudio de Mapfre de 2010 señala que en España hay 2,8 millones de personas mayores de 65 años que poseen permiso de conducir, lo que representa un 11% del total de conductores. La pregunta que a muchos nos sobreviene es: ¿hay una edad para dejar de conducir?

Cuando nos hacemos mayores es habitual que perdamos vista, audición, rapidez en la reacción y hasta capacidad de concentración, disminuyendo nuestra habilidad para conducir, pero también es cierto que los conductores de edad avanzada tienden a ser más responsables y a evitar situaciones de circulación difíciles. Así pues, cómo saber si alguien se ha transformado en un peligro al volante y quién debe juzgarlo se han convertido en cuestiones controvertidas y tema de discusión en muchas familias preocupadas porque el abuelo no quiere abandonar el coche.

Lo cierto es que disponer de un automóvil y manejarlo es algo considerado esencial para muchos. Hay quien lo necesita para seguir su vida con normalidad, pero también hay quien lo valora por la independencia que le aporta o quien lo siente como un signo de integración en un mundo tecnificado. Los expertos señalan que no se pueden poner límites legales en base solamente a la edad, ya que cumplir años no afecta de la misma manera a todos y, además, sería una vulneración de los derechos de los ancianos. Sin embargo, sí que apuntan a la necesidad de adoptar algunas medidas, como, por ejemplo, la exigencia de revisiones más frecuentes y estrictas a los conductores mayores.

Sea como fuere, creemos que el conductor debe procurar ser consciente de sus limitaciones, escuchar a las personas de su entorno y a su médico y, sobre todo, adoptar una actitud de prudencia si decide no abandonar el volante.

Recomendaciones para conductores mayores

  • Conducir por recorridos conocidos, evitando las horas punta, la noche y las condiciones climatológicas adversas (niebla, lluvia…)
  • Evitar adelantamientos
  • Elegir accesos o intersecciones reguladas con semáforos
  • Descansar 15 minutos por cada hora de conducción
  • Aumentar la distancia de seguridad con el vehículo precedente
  • Acudir periódicamente al médico a realizarse un chequeo