Ahora que se acerca el buen tiempo, un viaje en carretera puede ser una experiencia maravillosa pero también convertirse en una auténtica pesadilla. Todo depende de cómo te prepares para aprovechar la ruta y sacar lo mejor de tu coche en carretera. Hoy no hablaremos de consejos de seguridad ni de la conveniencia de que tengas el coche en perfecto estado de revista. Nos limitaremos, que no es poco, a darte cinco recomendaciones para que las horas que estés al volante se te pasen volando, para que el trayecto no se te haga eterno y para que disfrutes de la conducción.
Ni prisas, ni improvisaciones. Antes de ponerte al volante, tómate tu tiempo para organizar tu equipaje, por pequeño que sea, y para planificar la ruta. No lo dejes todo en manos del GPS. Consulta un mapa y evalúa las posibles rutas hacia tu destino. Intenta evitar las zonas en las que los atascos sean habituales y quién sabe si, de camino adónde vayas, pasarás por un castillo o un pueblo que merezca la pena hacer una parada. Una vez decidida la ruta, no te marques hora de llegada. Lo mejor es que disfrutes del paisaje y que aprendas a convertir el día de viaje en un día de vacaciones más.
Mejor por carreteras secundarias. Si no tienes la espada de Damocles del tiempo encima de ti, evita las autopistas o autovías. La monotonía de conducir por este tipo de vías puede darte la sensación de que el viaje es mucho más largo de lo que realmente es. Ya que no puedes disfrutar al máximo de tu coche como lo harías en Alemania, dónde no hay límite de velocidad, busca una ruta por carreteras secundarias. En ellas podrás disfrutar de una conducción mucho más interesante y divertida, con más curvas, con más exigencia al volante y con mejores vistas para disfrutar del paisaje.
¿Música? Sí, gracias. La selección musical que lleves a bordo puede condicionar cómo vas a vivir el trayecto hasta tu destino. Selecciona cuidadosamente las canciones, lo más variadas posibles, y no te abandones en manos de la radio. En carretera, la sintonización de tu emisora preferida puede ser una auténtica quimera. ¿Qué tipo de música llevar? Nosotros no somos nadie para condicionar tu elección y tus gustos. Sin embargo, intenta huir de música demasiado estridente y de canciones demasiado lentas. Tampoco está de más que tengas en cuenta los gustos del resto de personas con las que compartas viaje. Si no te decides, aquí tienes una selección de la mejor música para escuchar al volante.
Nada de automatismos: conducción manual. La mayoría de los vehículos de última generación incorporan todo tipo de sistemas de ayuda a la conducción. Algunos repercuten en un aumento de tu seguridad al volante. Otros, por un día, bien se merecen una desconexión. Apaga, por ejemplo, el control de crucero y decide tú mismo la velocidad a la que quieres circular, sin que el ordenador de a bordo la fije o la adapte a los coches que te preceden. De esta forma, aunque parezca lo contrario, tendrás una conducción más segura ya que centrarás toda la atención en la carretera y evitarás que las horas al volante sean un auténtico aburrimiento.
Bebe, come y descansa. Quítate de la cabeza la idea de ir del punto A al punto B sin hacer ninguna parada intermedia. Una buena opción es programar una parada cada dos horas o cada dos horas y media. Es la mejor manera de conducir descansado, de mantenerse convenientemente hidratado al volante y de reponer fuerzas. Una cabezadita de 10 minutos y hacer algunos estiramientos pueden ser prácticas muy reparadoras. Tampoco está de más llevar agua y alguna cosa para picar en el interior del coche. Si te paras en un área de servicio o en un restaurante, evita las comidas copiosas, no bebas alcohol y modera el consumo de café.
STERN MOTOR TE RECUERDA…
- Un viaje en carretera puede ser una experiencia maravillosa o una auténtica pesadilla. Todo depende de cómo te prepares para aprovechar la ruta y sacar lo mejor de tu coche.
- Apuesta por las carreteras secundarias. En ellas, disfrutarás de una conducción más interesante y divertida, con más curvas, con más exigencia al volante y con mejores vistas.
- Quítate de la cabeza la idea de ir del punto A al punto B sin hacer ninguna parada intermedia. Una buena opción es programar una parada cada dos horas o cada dos horas y media.
