Casi la mitad de los accidentes de tráfico, el 42%, se producen, según la DGT, por la noche a pesar de que entre el atardecer y el amanecer el tráfico disminuye en un 60%. Y esto se debe de, en buena medida, al hecho que nuestra percepción visual disminuye sustancialmente con la oscuridad, aumentando los riesgos de sufrir un accidente.
En condiciones normales recibimos el 90% de la información del tráfico a través de la vista. Por la noche, los ojos y el cerebro necesitan entre 5 y 7 segundos para adaptarse a la oscuridad y necesitan hacer un mayor esfuerzo para garantizar su eficiencia, lo cual repercute en una reducción de la agudeza visual, la capacidad de reconocer los colores y la sensación luminosa. En este artículo te damos 10 consejos porque viajar por la noche te sea lo más seguro posible.